martes, 28 de octubre de 2008

Miedos

            La Cosa hoy va de sentimientos, o más bien va de porqué nos cuesta tantísimo expresarlos en público, sobretodo si es para decir algo bueno de alguien.

Esto a que viene hoy?

Pues ayer antes de irme a dormir estuve bloqueando un rato y hubo una entrada de mi amigo Emi que me dejó pensando y que luego una conversación que tuve con mi chico a deshoras me volvió a recordar.

Para que todos sepamos de que estoy hablando, la entrada del blog de mi amigo Emi es esta

http://emilianomadrid.blogspot.com/2008/10/los-temores-personales.html

Y es que es verdad. Somos capaces de enfrentar cualquier situación, podemos aguantar lo que nos caiga encima pero cuando se trata de enfrentarse a uno mismo, a lo que uno mismo siente, sea bueno o sea malo nos sale el pánico.

Lo podemos disfrazar de timidez, de lo que se nos venga a la mente, podemos decir mañana hablo con esa persona hoy no es el momento, cualquier escusa nos vale para no admitir que somos cobardes con nosotros mismos.

 

Que nos da tanto miedo? Es a caso el que alguien nos pueda ver en plan sensible? Es llorar? Es darse cuenta que se ha vivido engañado durante gran parte de la vida?

Que es?

 

Que es eso que hace que prefiramos encerrarnos en nosotros mismos y pasarlo realmente mal antes de compartir lo que se siente por dentro?

 

Es miedo a no ser comprendidos por la otra persona? Es que tenemos miedo a que la otra persona piense que somos débiles, o somos nosotros mismos los que lo pensamos?

 

Y que es eso tan terrible que nos puede pasar y que tanto tememos?

 

            No es mucho peor quedarse con tantas cosas dentro?

 

 

 

            Hoy tengo el día sentimental y esto no se me da bien, nunca se me ha dado bien, pero lo que quiero decir es que como dice mi amigo Emi, no hay que dejarse llevar por el miedo a uno mismo, que las barreras mayores están en la mente, en nuestra propia mente y no en la de los demás.

Que para estas cosas lo mejor de todo es escuchar a ese que late fuerte.

Yo siempre fui muy de hacer las cosas con la cabeza, nunca me permití tener sentimientos porque eso no estaba bien, iba a mostrar debilidad ante los demás.

Pero alguien me enseñó que eso no es así, que aunque asuste de primeras y mucho, es más bonito decir lo que se siente aunque sepas que no va a gustar, uno se siente mucho mejor como persona, y a la larga si tu te sientes bien contigo los demás también lo harán si no el primer día el segundo y si no el tercero.

 

Estoy pensando en que la entrada que más trabajo me costó escribir en este blog la escribí en mayo, fue esta

http://rosalamala.blogspot.com/2008/05/pon-un-messenger-en-tu-vida.html decía gran cosa era más lo que no decía, pero jamás me arrepentiré de haberla escrito y arriesgué bastante cuando lo escribí.

No sabía que iba a pasar, me  escudé en que el implicado nunca lo iba a leer, pero cuando terminé cuando le di a control p, sin saber qe iba a pasar me sentí como si mehubiera quitado mil kilos de encima.

De verdad animarse a perderse el miedo a uno mismo, vale la pena.

 

 
 

1 que opinan. Anímate tu!:

Anónimo dijo...

Bueno pues aunque así lo parece no estás de suerte, no voy a publicar 2 comentarios en el mismo día en tu blog, Rosa, sabes que el comentario que ya he conseguido publicar lo tenía hecho hace algunos días pero problemas con el explorer me han impedido publicarlo, gracias Mozilla.
Bueno vamos a coger el toro por los cuernos y pa ir abriendo boca, YO LE TENGO MIEDO A LOS PINCHAZOS. Fundamentalmente, soy un autentico show cuando me tienen que extraer sangre y lo mejor de todo es que además soy diabético por lo que aunque aun no soy insulinodependiente os podéis hacer a la idea de cuál es mi futuro.
El miedo en cada uno de nosotros es libre, yo cuando tengo un problema o miedo a algo recurro a los que tengo a mi alrededor dependiendo del nivel del problema que tenga de esta forma no solo es mi criterio sino también la opinión de mi familia o amigos los que me ayudan a superar mis miedos o problemas. Ni que decir tiene que soy el primero que ofrece sus hombros a sus amigos, aunque creo que no llevo un cartel en la frente que diga “hombros pa llorar” pero sí creo que mis amigos saben dónde encontrarme cuando lo consideran necesario como dicen habitualmente, pa eso estamos.
APRONCE